A lo largo de los siglos, la masonería ha acogido entre sus hermanos, a personas a las que la historia en algunos casos, o sus semenjantes, han calificado como ilustres, por su gran talento en los diferentes aspectos de la vida. Siempre ha existido esa curiosidad, por conocer si un personaje fue o es masón. Ha sido una pregunta o comentario obligado al hablar de Mozart, que fue un ilustre masón allá por el siglo XVIII. Infinidad de masones, han destacado, al margen de su condición de masones, en la vida profana, como músicos, presidentes, actores, políticos, ... Así personajes de la talla de Martin Luther King, Mario Moreno "Cantinflas", Simón Bolívar, José Martí, Ruben Darío, Salvador Allende, Louis Amstrong, Bach, Bethoveen, Napoleón, Walt Disney, Sigmund Freud, Giuseppe Garibaldi, Clark Gable, Harry Houdini, Benito Juarez, Nicolás Puccini, Charles Lindberg, Peter Sellers, John Wayne, Champollion, Nat King Cole, Franz List, Benjamin Franklin, y un largo etcetera.

Siempre debemos recordar que todos los masones ilustres, y la amplitud de campos en los que ejercían sus diferentes cualidades, es algo que se les debe reconocer como individuos, no por pertenecer a la Orden. Personajes como Angelo Rocalli y Giovanni Montini, conocidos como los papas Juan XXIII y Pablo VI respectivamente, sorprenden al averiguar su calidad de masón. En esta tierra nuestra, podriamos citar a hombres de la talla de Isaac Peral, inventor del submarino, Santiago Ramon y Cajal, nobel de medicina, Juan de la Cierva, ingeniero inventor del Autogiro, Jaume Ferran i Clua, bacteriologo, Miguel de Unamuno, escritor y filósofo, Ramón Franco Bahamonde, heroe de aviación española, Antonio Machado,... Todos estos ilustres personajes desarrollaron sus vidas paralelas a la masonería. Todos y cada uno de ellos, eran considerados personajes ilustres en su entorno más cercano, pero no por sus logros profesionales, sino por el respeto y la dedicación en su vida a ayudar a sus semejantes, todos y cada uno de nosotros debemos ser personajes ilustres, en nuestro entorno, mereciendo el respeto y el aprecio de las personas que nos rodean.